Egipto, la tierra de esfinges, dioses y faraones, también es considerada la cuna de los perfumes, cuyas técnicas para crearlos quedaron consignadas en papiros.
Se sabe que desde las primeras dinastías (hace más de 6,000 años) los perfumes eran vitales en la vida egipcia. Los sacerdotes ofrendaban a los dioses resinas en la mañana y mirra en la tarde, mientras los olores más poderosos los reservaron para sus ritos nocturnos. Para ello, crearon infinidad de aromas, derivados de especias y flores como el iris, el heliotropo, el azafrán y la canela, así como los aceites de mirra y de cedro. Y con sus olores, aparte de los templos, también se inundaron las cortes y las
casas de los aristócratas egipcios.
Los más importantes de ellos eran los “siete aceites sagrados faraónicos” que no podían faltar en ningún Templo ni ajuar funerario. Esos mismos aceites sagrados y muchos más son los que Gamal Abdul nos presentará y enseñará cómo utilizarlos en la visita que realizaremos durante nuestra estáncia en el Cairo en el próximo Viaje iniciático a Egipto del 30 de dic al 7 de enero del 2017.
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